jueves, 24 de mayo de 2012

Antología twistera (1): 24-01-2011


0020 - ... Orografía de la C: corografía orográfica... Corografía de la E... ¡Coreografía!...

0021 - ... Y todo un coro infantil va cantando la lección: once por mil, oncemil; gnomo más ene, gnomón...

0022 - ... Vino al mundo antenacido, un 28 de diciembre. Su primer llanto fue casi una risa. ¡Menuda inocentada!...

0023 - ... El cielo estaba tejado. ¿Quién lo destejará? El entejador que lo trasteje, buen retejador será...

0024 - ... No se abrumen si rumbean: él tarde o temprano se queda sin blanca y se enrumba a casa como un bumerán...

0025 - … McClauter, valiente recluta. ¿Quién si no en el cuartel habría apostado por un club de lectura cultera?...

0026 - … ¡Espero que este tinte de cedróleo no decolore mi tono natural!, graznó la cacatúa tacuaca y medio calva…

0027 - … En la calle Ultònia detuvieron a un lituano loco. Decía ser el capitán del Nautilo

0028 - … Con el sol de mediodía sobre sus cabezas, dejaron los aperos y se dispusieron a comer el curanto en el mismo cuartón

0029 - … ¿Realmente creíste que te concederíamos el recésit? No hasta que recites el ángelus en cuatro lenguas

0030 - … ¡Sin miedo al turbión, lanzad vuestro butrino cargado de turbino y os haréis con el gran tiburón!, clamó el tribuno

0031 - … Agazapado tras los arbustos, se encatusaba con la hermosa doncella que cantuseaba bajo el sabacuante

0032 - … Te ruego indagues cuál de las beatas geniudas guindase el agnusdéi a lo alto del altar…

0033 - … En mitad de la plaza, con sus burlas e insultos y algún que otro empujón, aleonaban a esa pobre anabolena...

0034 - … Sobre lascas ardientes de sanidina, en plena montaña, guisaban las indianas las guabinas recién pescadas…

0035 - ... Quería un tapabarros para el coche y equivoqué dos letras de lugar. Mi sorpresa: me tomaron la medida genital...

jueves, 17 de mayo de 2012

Toda partida finaliza

Queridos amigos,

Ha sido un placentero orgullo haber estado aquí junto a vosotros estos últimos meses, tratando de ganarme vuestra confianza y complicidad, tratando de llenar algunos breves instantes en vuestras locas vidas de jugones. Espero haberlo conseguido.

Ahora, el XVI Campeonato Mundial de Scrabble en Español nos reclama como un amante implacable, insaciable. La organización de esta fiesta anual de la palabra reclama ya toda nuestra atención y cariño, porque la cita quiere convertirse en hecho memorable, inolvidable. Tenemos una cita con la historia y este pequeño espacio de palabras que ahora se despide por un tiempo debe esperar de nuevo su momento.

En las próximas semanas, querremos recordar las entradas más leídas de este blog en su breve historia. Nos gustaría también que compartierais con nosotros vuestras propias creaciones, para poder así dar algo de continuidad en este silencio que ahora quedará abierto, hasta que podamos regresar con nuevas propuestas.

Este espacio sigue siendo todo vuestro, como éste que suscribe, siempre vuestro.

Parar Gran Taxi Vacío

lunes, 14 de mayo de 2012

viernes, 11 de mayo de 2012

Amor con sexo

La puntuación es como el sexo en los primeros estadios de una relación sentimental. Todos nos acercamos al juego como en la atracción espiritual que nos lleva a unirnos a otra persona, pero, en el fondo, siempre terminamos buscando tener sexo, mucho sexo.

jueves, 10 de mayo de 2012

Querida duplicada

Querida duplicada,

Cuando te conocí me pareciste insulsa, vana o, cuando menos, una versión incompleta de mi querido juego, porque allí donde conseguías vencer e imponerte sobre el azar, arrasabas también con todo lo que de lúdico y estratégico me aportaba el clásico, mi querido clásico.

No recuerdo cómo fue que aprendí a quererte, no sin esfuerzo, a base de tesón y de esa competitividad que, en el fondo de mí, más allá de mi querencia por el romanticismo del juego, también poseo. La cuestión es que aprendí a quererte y con ello no sólo tuve la ocasión de convertirme en un versado en ti, sino que también crecí como jugador de Scrabble clásico y adquirí cantidad de conocimientos que nadie más que tú podría haberme enseñado.

Aún hoy, ya algunos años después de aprender a quererte y de que esa pequeña comunidad a la que pertenezco haya aprendido a aceptarte tal y como eres, sigo viendo con dolor cómo a menudo no se te trata como creo que mereces. Al campeón mundial de Scrabble clásico se le sigue llamando "el campeón del mundo", mientras que al de Scrabble duplicado se le llama "campeón duplicado" o no sé cuántos eufemismos más. Te dan menos partidas, te dan menos premios y te dan, una y otra vez, menos importancia. Qué bueno y qué valiente mi amigo Antonio Álvarez, cuando, al ir a recoger el premio de Campeón de España de Scrabble Clásico dijo "yo soy el de la suerte". ¡Qué grande! Y no, no es cierto que lo suyo tenga menos mérito, pero en el fondo de esa broma subyace una gran verdad y es que la duplicada es, cuando menos, una cara distinta del mismo juego, al menos tan importante como su cara clásica.

Siempre he creído que la mejor manera de defender algo no es queriendo imponerlo, sino predicando con el ejemplo para que, poco a poco, unos y otros puedan ir viendo en eso que uno defiende las mismas bondades que nos han hecho defenderlo. Y eso es lo que precisamente ahora quiero hacer con la duplicada: explicaros el por qué creo que ella os puede convertir en una versión mejorada de vosotros mismos.

CONTRAS DE LA DUPLICADA:

* Elimina la estrategia y la sensación lúdica. Uno puede llegar a sentirse en ella más como en un examen que como en un juego.

* Elimina el azar, casi en su totalidad. Este aspecto puede ser una ventaja para algunos, aunque un inconveniente para otros. Sea como sea, el resultado en el Scrabble duplicado depende exclusivamente de las habilidades de uno mismo.

PROS DE LA DUPLICADA Y CÓMO NOS CONVIERTE EN MEJORES JUGADORES:

* Elimina el azar, casi en su totalidad. En tanto que competimos en un idioma en el que estamos aún muy lejos de conocer todo el diccionario, da igual si un jugador tiene mucho más vocabulario que otro. Si en una duplicada concreta sale precisamente la palabra que conoce el jugador con menos vocabulario, tendrá opciones de estar por delante del otro. Si un jugador juega una palabra de cuya validez duda y acierta, podrá situarse por delante de otro con mayor vocabulario pero que juegue más sobre seguro. 

* Te enseña más vocabulario del que pueda enseñarte cualquier oponente. Te enseña nuevo vocabulario sin la necesidad de estudiar el diccionario. Incluso un especialista de la modalidad como el que suscribe aprende o refuerza su vocabulario en una media de dos palabras por cada turno de duplicada jugado. 

* Refuerza tu juego en paralelo, así como tu juego con atriles complicados. Te enseña a encontrar buenas puntuaciones desde atriles con los que muchos jugadores cambiarían fichas, lo que supone una ventaja adicional en el juego clásico.

* Te demuestra que sólo en muy contadas ocasiones uno debe desechar la posibilidad de encontrar un scrabble. Muchos atriles con sólo dos vocales o consonantes pueden desembocar en scrabble y la duplicada te enseña a ser más analítico, más paciente y más pertinaz, antes de descartar la posibilidad de obtener scrabble.

* Te empuja a trabajar y a pensar de forma metódica, lo que te hará más fuerte como jugador de clásico. Primero hay que buscar una "jugada-seguro", para que nuestros tres minutos no se escapen habiéndonos perdido, por ejemplo, buscando un scrabble que no llegó. Luego tienes que buscar el scrabble y, de no haberlo o de no dar con él, tienes que escrutar todo el tablero buscando una alta puntuación, en muchas ocasiones en paralelo. Tienes que calcular las puntuaciones de tus jugadas, valorar el grado de seguridad sobre las palabras que viste, anotar correctamente las coordenadas... El aprendizaje del método nos ayuda a pensar de forma cada vez más clara y lógica y establece una rutina que permite que nuestro juego gane en solidez.

* Te enseña a ser paciente. Después de nuestras primeras duplicadas, en las que arriesgamos con palabras de las que no estamos completamente seguros, comprendemos que el cero es un castigo demasiado severo y que, como en el refrán, los puntos de una jugada menor valen más "en mano que ciento volando". En clásico, podemos sobreponernos a un error a base de estrategia, experiencia, azar... pero en duplicada los puntos perdidos no se recuperan. La paciencia nos acaba haciendo mejores jugadores.

* Te hace entender lo pequeños que somos como jugadores, frente a la omnisciente máquina, lo lejos que estamos de llegar a la perfección. En definitiva, establece los límites de nuestro campo de mejora. Como contrapartida a esto, nos hace ser conscientes de que ese campo de mejora no se establece sólo sobre palabras que desconocemos, sino sobre palabras conocidas que no hemos sido capaces de encontrar. Y aquí sí que podemos mejorar sin aprender nuevo vocabulario. La duplicada nos ayuda, por lo tanto, a mejorar nuestras capacidades de atención y concentración.

CÓMO PUEDE LA DUPLICADA AYUDARTE A MEJORAR TU JUEGO

No puedo compartir una fórmula mágica según la cual la duplicada convierta a cada uno de nuestros lectores en una mejoradísima versión de sí mismo, pero sí puedo compartir al menos las experiencias que con ella me han ayudado a mejorar.

* Utiliza el programa DupMaster. Su creador, Joan López, ha desarrollado en él una fantástica herramienta de fácil manejo, que nos permite sacar todo el partido a esta modalidad. Puede descargarse en este enlace y, además, su página nos permite, a partir del catálogo de partidas, reproducir partidas de torneos en las que medirnos virtualmente a los mejores especialistas de la modalidad.

* Practica asiduamente. Una partida duplicada diaria o varias partidas semanales te ayudarán a mejorar tu juego rápidamente.

* Destierra tus prejuicios acerca de la duplicada. Si lo haces, pronto aprenderás a tomártela como un entrenamiento y, viendo la cantidad de beneficios que puede tener para tu juego, acabarás tomando el gusto a esta a menudo poco valorada modalidad de juego.

* Practica exclusivamente con partidas a 15 turnos. En cada atril debe haber un mínimo de dos vocales o dos consonantes (los comodines valen por cualquiera de ellas). Si un atril no es válido, se cambian las fichas. Para evitar caer en el aburrimiento, no recomiendo jugar partidas a bolsa completa más que en los períodos previos a una competición duplicada, como entrenamiento para aprender a desenvolverse en cualquiera de las fases del juego duplicado.

* Practica sin lápiz ni papel, apuntando tus jugadas en los casilleros del programa destinados a tal fin (coordenada y palabra principal). Con ello te habituarás a la utilización de la notación de jugadas por coordenadas que exige la modalidad. En los períodos previos a una competición duplicada, practica con lápiz y papel, calculando por ti mismo la puntuación de las jugadas.

* Al finalizar una partida, revisa todas las jugadas propuestas por el Máster para cada ronda (30 por defecto) y anota todas las palabras que no conozcas o te generen dudas. Consúltalas en el diccionario y acompáñalas de una breve descripción de su significado.

* Ocasionalmente, juega una partida en la que lleves tus puntuaciones y las de tu "superyó" (la que sería la mejor versión de ti mismo, en la que su jugada máxima sería la que tendrías que haber sido capaz de encontrar dado tu conocimiento léxico). Al finalizar la partida, calcula la diferencia entre tu puntuación y la de DupMaster. Si la puntuación de tu "superyó" se sitúa más cerca de la de DupMaster que de la tuya, significa que tu prioridad es mejorar en la modalidad. Si se sitúa más cerca de tu puntuación que de la de DupMaster, significa tu prioridad es la adquisición de nuevo vocabulario.

Si sigues estos consejos, que a quien suscribe le han ayudado a ser un jugador más completo en ambas modalidades de juego, muy pronto empezarás a experimentar los primeros avances.

Y, sobre todo, sea como sea y juegues a lo que juegues, ¡disfrútalo!

lunes, 7 de mayo de 2012

La bolsa

La bolsa es un diccionario troceado con incontinencia verbal. Una vez que le quitas el lazo, no puede dejar de verbalizar.

viernes, 4 de mayo de 2012

La U

La U es como algunos mal autoproclamados amigos. En las buenas, se arriman a nosotros, apareciendo caprichosamente en nuestro atriles. Pero, cuando aparece la maldita Q, nada se sabe de ellas.

jueves, 3 de mayo de 2012

En busca de la felicidad (5): ejercicio y conclusiones

Iniciábamos esta serie de artículos planteando un ejercicio de gestión de atril, en el que nos hubiera gustado que participara un mayor número de jugadores, para poder obtener datos más diversos y quizás concluyentes. Muchos lectores os habéis interesado por el ejercicio, aunque muy pocos hemos participado, probablemente por la sensación errónea de estar siendo analizados en nuestro estilo de juego.

Sea como sea, los valientes que se han lanzado a ello han sido:

Horacio Ramón Moavro desde Buenos Aires, Argentina
Mariví Gil desde Bogotá, Colombia
Mercedes Mula y Pablo Pérez desde Murcia, España
Parar Gran Taxi Vacío desde Girona, España
Teresa Soler desde Málaga, España

Los análisis del ejercicio han consistido en una serie de pruebas informáticas sobre cada resto de atril, teniendo en cuenta el tablero vacío, la bolsa llena y las hipotéticas jugadas de inicio de nuestro oponente. No era el escenario que planteábamos en el ejercicio (buscar el mejor resto de atril posible para tratar de conseguir scrabble), pero sí resulta una buena forma de medir a través de un programa el acierto de nuestras decisiones Algunos de estos resultados pueden no concordar con lo que nuestra intuición nos dice acerca de la gestión de atril, pero garantizamos que éstos son altamente fiables, por lo que tal vez nos convenga revisar nuestras ideas en relación a la gestión de atril. En ocasiones, los resultados pueden ser mejores o peores porque nos hayamos quedado con pocas o demasiadas letras; en otras, lo serán por haber guardado poco o mucho equilibrio, o por prestar demasiada atención a éste; y, en otras, por habernos quedado con letras poco o muy versátiles, o por haber prestado poca o mucha atención al resto de parámetros en busca de la versatilidad. Es por eso que decimos que encontrar el equilibrio justo es todo un arte, y por lo que presentamos ahora los resultados sin entrar en valoraciones, dejando la extracción de conclusiones en manos de cada uno.

1. E-A-C-D-F-RR-S
   Mejor resto propuesto: A-E-C-D-S (Horacio y Mercedes)
   Peor resto propuesto: A-E-D

2. E-O-O-C-P-S-X
   Mejor resto propuesto: E-O-C-S (Horacio, Mercedes, Teresa y Parar)
   Peor resto propuesto: E-O-C-P-X

3. A-A-E-O-F-Y-Z
   Mejor resto propuesto: A-A-Z (Parar)
   Peor resto propuesto: A-A

4. A-E-E-O-U-S-Z
   Mejor resto propuesto: A-E-S-Z (Horacio y Teresa)
   Peor resto propuesto: A-E-S

5. A-I-CH-M-N-R-P
   Mejor resto propuesto: A-I-CH-N-P-R (Mariví)
   Peor resto propuesto: A-I-N-R

6. I-U-U-B-M-P-Q
   Mejor resto propuesto: I-M (Parar)
   Peor resto propuesto: cambiar todas

7. A-A-E-O-H-J-L
   Mejor resto propuesto: A-A-E-J-L (Horacio y Parar)
   Peor resto propuesto: A-E

8. A-A-O-U-U-R-R
   Mejor resto propuesto: A-A-R (Horacio, Mercedes y Parar)
   Peor resto propuesto: A-A-O-U-R-R

9. I-U-C-N-S-S-Z
   Mejor resto propuesto: I-U-C-N-S (Horacio)
   Peor resto propuesto: I-U-C-S-Z

10. A-E-O-F-N-N-Z
   Mejor resto propuesto: A-E-O-N-Z (Horacio y Mariví)
   Peor resto propuesto: A-E-N

11. A-A-E-O-G-L-Q
   Mejor resto propuesto: A-E-L (Teresa y Parar)
   Peor resto propuesto: A-A-E-O-G-L

12. A-I-O-O-O-L-R
   Mejor resto propuesto: A-I-O-L-R (Horacio y Mariví)
   Peor resto propuesto: A-O-R

13. A-I-C-D-F-P-T
   Mejor resto propuesto: A-I-C-D (Horacio, Mercedes y Parar)
   Peor resto propuesto: I-A-D

14. E-I-I-C-N-RR-T
   Mejor resto propuesto: E-I-C-N (Horacio y Mercedes)
   Peor resto propuesto: E-N

15. E-E-O-U-Ñ-R-R
   Mejor resto propuesto: E-R (Pablo)
   Peor resto propuesto: E-E-O-Ñ-R-R

16. A-E-E-O-O-D-N
   Mejor resto propuesto: A-E-O-D-N (Horacio y Parar)
   Peor resto propuesto: A-E-E-O-D-N

17. E-I-C-N-R-S-X
   Mejor resto propuesto: E-I-C-N-R-S (Mariví)
   Peor resto propuesto: I-E-N-S

18. A-O-U-B-M-P-S
   Mejor resto propuesto: A-O-M-S (Horacio y Parar)
   Peor resto propuesto: A-U-M-P-S

19. A-E-U-U-C-T-Y
   Mejor resto propuesto: A-E-C-T (Horacio y Parar)
   Peor resto propuesto: A-E-C-T-Y

20. A-E-E-I-I-L-N
   Mejor resto propuesto: A-E-I-L-N (Teresa)
   Peor resto propuesto: A-E-E-I-L-N

miércoles, 2 de mayo de 2012

Primer Torneo de Scrabble Secuencial en Facebook


Presentamos el I Torneo de Scrabble Secuencial en FB, una prueba de participación abierta a todos los amantes de las emociones fuertes sobre el tablero de 15x15.

El torneo se desarrolla bajo la modalidad duplicada y, para jugar, dispondremos de la siguiente secuencia de 48 fichas, que los participantes deberán tomar, completando atriles de 7 fichas, en este mismo orden, reponiendo en el atril tantas fichas como consuman en cada turno:

A-R-I-V-E-T-U-D-A-S-O-Z-E-N-O-P-A-J-I-N-E-S-E-RR-A-S-E-N-O-R-A-T-U-CH-E-R-O-L-A-S-O-D-A-Ñ

Además de éstas, los participantes dispondrán de los dos comodines, que podrán utilizar a discreción, en el momento del juego que estimen oportuno.

Así, por ejemplo, nuestro primer atril sería A-R-I-V-E-T-U, o podríamos decidir que fuera A-R-I-V-E-T-*, o incluso A-R-I-V-E-*-*. Y si, por ejemplo, optáramos por la primera opción y nuestra primera jugada fuera H4-VIERA, nuestro segundo atril debería ser T-U-D-A-S-O-Z, o tal vez T-U-D-A-S-O-* o T-U-D-A-S-*-*. Es decir, siempre respetando la secuencia de fichas dada.

Cada participante podrá disponer de un máximo de doce turnos, en los que puede intentar encontrar la jugada máxima en cada turno u optar por una estrategia en la que utilice algunos de sus turnos no para dar con la máxima puntuación, sino para preparar jugadas de mayor puntuación aún para los turnos siguientes, tales como aperturas de líneas de pornueve. La creatividad está así servida y la certeza del protagonismo del factor humano sobre la posible tecnología auxiliar garantizada.

¿Será el Homo Scrabbilis capaz de superar la extraordinaria barrera de los 1000 puntos?

Podéis enviar vuestras respuestas (a modo de secuencia de jugadas, incluyendo coordenada y palabra principal) a patxitambor@yahoo.es, o como comentario a esta entrada (no será publicado). En las próximas semanas iremos publicando las distintas respuestas recibidas para disfrutar de la estrategia, la magia, la belleza y la elegancia que la mente del Homo Scrabbilis sea capaz de aplicar sobre las fichas.

martes, 1 de mayo de 2012

Instinto animal

Como una mascota abandonada, la Q a menudo es capaz de encontrar el camino de regreso a casa.


Hoy ha finalizado en Murcia el XIV Campeonato de España de Scrabble. Podéis seguir toda la retransmisión en http://escrabelicomurcia.blogspot.com.es/.

domingo, 29 de abril de 2012

Los Episodios Nacionales: Las Palmas 2011

Habíamos llegado al año 2010 con un montón de horas de práctica en duplicada, con un 2009 prácticamente imposible de mejorar y con un nacional que apuntaba a nuevos éxitos (nuevo título en modalidad clásica y cuarto puesto en duplicada). Las expectativas para 2010 no podían ser mejores y los retos tras el nacional eran fascinantes: tres meses más para intentar repetir título europeo y unos seis meses más para optar igualmente al doblete mundial.

Con más preparación y confianza afronté la cita europea, pero las sensaciones durante la partida no fueron buenas desde el primer momento. Además, una polémica en torno a la interpretación del reglamento descalificó dos de mis jugadas, lo que me llevó de una teórica tercera plaza (con un discreto porcentaje, fruto de una partida con falta de concentración) a una octava (con un porcentaje realmente alejado de lo esperado). El Europeo de este año se acabó convirtiendo en una experiencia muy poco gratificante, por motivos ajenos a la propia competición, y esto se acabó reflejando en el resultado de la competición clásica, así como en los ánimos con los que salía del torneo. Los años de experiencia, sin embargo, me empujaban a salir de ese bache anímico que había supuesto París y a prepararme (con doble motivación si cabe) para el Mundial de Costa Rica.

En la cita mundialista, hubo un momento en el que los atriles comenzaron a gastarme macabras bromas durante demasiadas rondas consecutivas. En algunas de ellas no podía quejarme de mal juego, pero el de mis rivales era mucho mejor, llevándome, entre otras anécdotas, a firmar la derrota con mayor puntuación o la mayor puntuación conjunta del torneo (con derrota también). En otras, directamente tenía un juego absolutamente desastroso. Recuerdo especialmente una en la que en el turno cuatro tuve ocasión de formar el segundo muro (palabra de siete letras en paralelo a otra) de mi historial competitivo: SONAjEE en paralelo a ARELANDO y formando ZUÑÍAS al tiempo con mi S; pues bien, después de tal subidón de adrenalina y moral y de otro CRUJE en paralelo para obtener 67 puntos, acabé perdiendo esa partida por unos 100 puntos. Son cosas del juego y uno debe aprender a convivir con ello, más aún en un evento en que la mayoría de jugadores están muy preparados, pero toda paciencia es capaz de agotarse. Hacia el final de esa nefasta jornada, el halo de negatividad que estaba construyendo en torno a mí crecía como un huracán y en mi juego ya no había ambición o combatividad, sino impotencia e ira.

Comenzó la última ronda clásica de la jornada y, de pronto, como si fuera el protagonista de un programa de cámara oculta, la bolsa me lo daba todo ahora, para acabar llegando a tres cuartos de partida con una puntuación muy alta y una ventaja de unos 150 puntos. Recuerdo que el pensamiento que me embargó fue exactamente: "no quiero ganar esta partida por 150 puntos, quiero ganarla por 300". Así que, confiando en la fortuna que me venía proporcionando la bolsa en esa partida, abrí una línea de pornueve y otra de portrés, dejándolas abiertas mientras buscaba las más altas puntuaciones posibles en cada turno. Estaba encarando el juego con una actitud estúpida, con la cual tiraba por tierra todos los aprendizajes adquiridos en los últimos años y permitía que fuera la rabia quien jugara por mí. Ni un novato lo podría estar haciendo peor en esos momentos. Por fortuna para mi oponente, aunque también para mí, consiguió ocupar ese pornueve y vaciar la bolsa justo en el momento en que en mi atril había entrado la Q, de forma que terminé perdiendo esa partida al descuento. Me quería morir y no podía estar más enfadado con el juego y menos orgulloso de mí mismo en esos momentos.

Pero la competición puede llegar a ser mucho más cruel a veces, y el espíritu competitivo puede llegar a ser tan férreo y obstinado que, incluso en uno de los peores momentos de tu existencia, te empuja a seguir compitiendo y a intentar sacar la cabeza del barro, aun encontrándote en el mismo epicentro de tus miserias, con más necesidad de salir huyendo que de quedarte, muy probablemente, a seguir recibiendo. De esta forma encaraba la partida duplicada del día.

En el turno dos se me escapó un OBLIGUEN que había visto la práctica totalidad del resto de aspirantes al título y que me dejaba ya sin opciones de firmar un buen resultado. Y fue entonces cuando viví la experiencia más traumática de mi historia con la competición. Comencé a sufrir palpitaciones y a tener serias dificultades para respirar. Pedí un vaso de agua y me repetía a mí mismo que necesitaba calma, que no podía permitir que el juego me estuviera llevando a estos extremos. Tuve mucha fortuna, ya que conseguí paliar ese estado de ansiedad al tiempo que seguir compitiendo de forma notable. En los cuatro turnos siguientes dejé escapar 46 puntos, aunque también pesqué un LIVIDECE que muy pocos vieron, y pude reponerme hasta el punto de obtener un inesperado 100% en los últimos 9 turnos. Acabé maquillando la competición clásica con una 18ª posición y terminé la duplicada con un 8º puesto, tan digno como alejado de mis aspiraciones.

El mundial de Costa Rica 2010 fue la mejor experiencia competitiva de mi vida. El resultado fue muy insatisfactorio en relación a mi preparación y expectativas, pero el mejor premio que podía darme ese mundial no partía de una tabla clasificatoria. El verdadero y enorme aprendizaje que obtuve allí fue asumir que vinimos al juego para disfrutar, competir sanamente y crecer, para aprender en las victorias y sobre todo en las derrotas. El verdadero aprendizaje fue asumir que no podemos permitir que el juego nos lleve a vivir con angustia, sino que nos ofrece disfrute, pero también las dosis necesarias de adversidad para que aprendamos a crecer también en ella. Y la verdad es que, demasiado acostumbrados a tropezar una y otra vez en piedras iguales, necesitamos repetir muchos aprendizajes hasta poder decir que son completamente nuestros, si es que algún día consiguen llegar a serlo.

Haciendo un ejercicio de afirmación de estas convicciones en los meses siguientes, participé en el siguiente campeonato de España, el de Las Palmas de 2011, con nuevas perspectivas. Tuve partidas con buen y con mal juego. La bolsa no me permitió hacer grandes proezas, pero sí las suficientes como para acabar enmendando con una novena plaza un torneo clásico en líneas generales no muy bueno. En duplicado no mantuve la concentración necesaria, probablemente en parte de forma consciente, como terapia por las heridas aún no cicatrizadas, que exigían más el disfrute de la competición que la guerra con el cuchillo entre los dientes. Obtuve una satisfactoria tercera plaza con un porcentaje por el que sólo unos meses atrás podría haber agarrado un nuevo berrinche.

Los resultados en estos meses posteriores al nacional de 2011 han seguido siendo buenos, pero las sensaciones han sido infinitamente mejores. No he renunciado a la tensión competitiva, pero sí a la tensión vital derivada del juego y quizás eso haya podido tener influencia en los resultados. Nunca lo sabré. Nunca sabré si podría llegar a ser mejor jugador que éste o aquél, ni dónde podría estar realmente mi techo competitivo, ni si esto es sólo una excusa para justificar futuros buenos o malos resultados. Mi única certeza es que, si puedo ser un poco más feliz al jugar y competir, cualquier resultado se convierte en una mera anécdota.

Este fin de semana estaremos participando en el XIV Campeonato de España en Murcia, durante el duplicado como jugador y durante el clásico como jurado y reportero. No quiero permitirme vivir una experiencia como ésta con angustia. La vida y el juego tienen cosas mucho más bellas que ofrecernos que un número dentro de un listado.


Hoy se ha comenzado a disputar en Murcia el XIV Campeonato de España de Scrabble. Podéis seguir la retransmisión en directo a través de http://escrabelicomurcia.blogspot.com.es/. ¡Que no puedas asistir no significa que no lo puedas vivir!

La bolsa

Si tu boca sólo me responsabiliza de tus fracasos, nunca tendrás ojos para ver que la X de tu éxito también la puse yo en tu mano.


Mañana se estará comenzando a disputar en Murcia el XIV Campeonato de España de Scrabble. Podéis seguir la retransmisión en directo a través de http://escrabelicomurcia.blogspot.com.es/. Comenzará a retransmitirse después del torneo duplicado. ¡Que no puedas asistir no significa que no lo puedas vivir!

viernes, 27 de abril de 2012

Primer Torneo de Scrabble Selectivo en Facebook


Actualizado a jueves 26 de abril

Os proponemos un juego, para jugar en dos equipos. La participación se circunscribe al grupo de Facebook "El Twist del Escabel", así que si queréis disfrutar de este juego tendréis que uniros a él. Si vuestro nombre (o vuestro nombre principal en casos de nombre compuesto) contiene alguna letra con valor de 4 o más puntos en el juego, formaréis parte del EQUIPO A y, si no contiene ninguna de éstas, formaréis parte del EQUIPO B. Por ejemplo, Patxi Navarro formaría parte del EQUIPO A, porque su nombre contiene una X, con valor de 8 puntos.

El juego consiste en una partida entre ambos equipos, con turnos de 48 horas para cada jugada (los domingos no computan). Cada turno comprende dos acciones: la formación de una jugada en el tablero y el anuncio del siguiente atril que deseamos. El juego se denomina SELECTIVO precisamente porque elegimos las fichas que deseamos para el turno siguiente, de entre las disponibles en la bolsa. En el turno inicial, los jugadores de cada equipo disponen de un comodín, que deberán poner en juego en su primera jugada. 

Veamos un ejemplo, que servirá además para dar inicio al juego.

El EQUIPO A iniciará esta partida con el atril A-I-U-C-J-Z-*. A partir de este momento, los jugadores que deseen participar por el EQUIPO B dispondrán de 72 horas (48 horas más el domingo) para proponer su primer atril (deberá incluir un comodín, representado por *). En el turno siguiente, los jugadores que deseen participar por el EQUIPO A deberán proponer su jugada y su elección para el siguiente atril, y así sucesivamente.

SELECCIÓN DE LA JUGADA DE CADA EQUIPO

Los miembros participantes podrán asignar un "FB - me gusta" a aquella/s jugada/s propuesta/s por miembros de su equipo que más le/s guste/n. Los votos de participantes del equipo contrario no serán computados. Pasadas las 48 horas del turno (o 72 en fin de semana), seleccionaremos el conjunto jugada+atril con más votos y anunciaremos cuál ha sido la elección definitiva, así como los marcadores parciales, la configuración actual del tablero y las fichas disponibles en la bolsa, así como una clasificación con los participantes que acumulen más votos con sus propuestas. Para dar igualdad de oportunidades a los participantes por ambos equipos, los votos para las propuestas de primer atril del EQUIPO B no serán tomados en cuenta para esta clasificación (en tanto que el primer atril del EQUIPO A ya está fijado y no tendrá votos). Es decir, los participantes del EQUIPO B si deberéis dar votos a vuestras propuestas de primer atril, pero éstos sólo se tendrán en cuenta para seleccionarlo, no para la clasificación individual de "más votados".

ALGUNOS PEQUEÑOS TRUCOS

VERSATILIDAD: Atriles que puedan dar lugar a distintas jugadas de alta puntuación, en distintos lugares del tablero, son más efectivos, pues pueden obligar al equipo oponente a plantear estrategias defensivas para evitar nuestras mejores jugadas, o pueden garantizarnos éstas en distintas posiciones.

ATRIL DEL OPONENTE: Para analizar si nuestra siguiente jugada es la mejor posible, no basta con saber su valor en puntos, sino que deberíamos analizar qué puede o pretende hacer el equipo oponente con su atril, ya que una puntuación de jugada superior puede hacer que la nuestra deje de ser, entonces, nuestra mejor jugada.

PUNTOS CALIENTES DEL TABLERO: En esta modalidad, los pornueves u otros puntos calientes pueden ser más peligrosos que nunca. Pero, por esa misma razón, si en un momento dado prevemos que podemos hacer una jugada, por ejemplo, abriendo un pornueve que nuestro oponente no pueda aprovechar, pero sí nosotros con nuestro siguiente atril, podremos hacer mucho daño obligando a nuestro oponente a deshacer su jugada para anular ese punto caliente.

VOTOS "ME GUSTA" PARA LAS JUGADAS DE NUESTRO EQUIPO: Si tenemos en cuenta estos sencillos trucos, tendremos más opciones de obtener votos "me gusta" para nuestra clasificación personal. Sólo serán computados votos "me gusta" de aquellas personas cuyo nombre cumpla la misma condición que el nuestro (contener letras cuya ficha en el juego tenga un valor inferior o igual/superior a 4 puntos), estén o no participando en la partida (atienden al concepto de "jugador potencial"). Cada jugada propuesta dentro de plazo será premiada con un "me gusta" adicional por el moderador de la partida. El "me gusta" de un participante a sus propias jugadas no será tenido en cuenta.

JUGADAS: Para que una jugada sea tenida en cuenta, debe contener:
+ El atril completo, si se trata del primer turno.
+ La coordenada, la palabra principal formada y el atril completo para la próxima jugada si se trata del segundo o siguientes turnos.

CONFIDENCIALIDAD: Respecto al desarrollo del juego, se consideran comentarios válidos exclusivamente aquéllos relativos a la jugada en turno estipulada por el reglamento. Proponer posibles jugadas con nuestro atril en los momentos del juego en que no corresponde perjudica a los intereses de nuestro equipo. Efectuar sugerencias para el equipo oponente es considerado antirreglamentario. Apelamos al espíritu deportivo de este sitio para evitar estos comportamientos.

Esta misma entrada se irá actualizando tras cada jugada, para que podáis seguir también en este sitio el desarrollo de la partida. Podréis seguirlo igualmente en el sitio de Jesús Ortega.


COMIENZO DE LA PARTIDA


Para el EQUIPO B se ha seleccionado como primer atril A-E-I-LL-RR-S-*, propuesto por Antonio Alvarez Utrera (empatado en número de votos con Mamen García-Galán Molina, pero seleccionado éste por contener fichas de más valor).


A partir de ahora, aquéllos que quieran participar por el EQUIPO A (observar reglamento) dispondrán de 48 horas para proponer su jugada, que deberá consistir de:
* COORDENADA
* PALABRA PRINCIPAL (indicando la posición del comodín)
* PRÓXIMO ATRIL ESCOGIDO


Recordamos que para obtener mejores resultados nuestra elección debería tomar en cuenta también el atril de nuestro oponente y las posibles jugadas que podría efectuar tras la nuestra.


Recordamos también que las propuestas de jugada (coordenada, palabra y siguiente atril) deben emitirse en el grupo de Facebook "Amigos del Scrabble", como comentario a la entrada relativa a este momento de la partida y que los votos "me gusta" concedidos a las distintas propuestas serán los que determinarán la jugada escogida y la clasificación individual.

PRIMER TURNO PARA EL EQUIPO B

Por cuestiones técnicas, nos hemos visto obligados a adelantar la finalización del turno en curso 30 minutos.
El EQUIPO A acaba de realizar su primera jugada: JACUZzi en H8 (la Z en 2xL; el comodín es la segunda Z), por 118 puntos.
Por el momento la participación es escasa, pero aquellos que seguís este espacio ya sabéis que somos tercos y optimistas.
Es el turno para los participantes del EQUIPO B, que dispondrán, esta vez, de 72 horas para sus propuestas de jugada y votos me gusta (el jueves de la semana que viene, el equipo A también dispondrá de 72 horas).


TURNO PARA EL EQUIPO A


El EQUIPO B acaba de realizar su jugada: mARRULLEIS en 11E, por 134 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo A, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo martes).

TURNO PARA EL EQUIPO B
El EQUIPO A acaba de realizar su jugada: ABAÑAIS en I3, por 81 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo B, que dispondrán esta vez de 52 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo jueves). El suplemento de 4 horas se aplicará también al EQUIPO B en su siguiente turno, que será de 76 horas.


TURNO PARA EL EQUIPO A


El EQUIPO B acaba de realizar su jugada: OJINEGRAS en 8G, por 107 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo A, que dispondrán esta vez de 76 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo domingo).

TURNO PARA EL EQUIPO B


El EQUIPO A acaba de realizar su jugada: INDEXASE en 5D, por 114 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo B, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo martes).


TURNO PARA EL EQUIPO A


El EQUIPO B acaba de realizar su jugada: QUERE en 12A, por 29 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo A, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo jueves).



TURNO PARA EL EQUIPO B


El EQUIPO A acaba de realizar su jugada: ENCOGIESE en L4, por 115 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo B, que dispondrán de 72 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo domingo).


TURNO PARA EL EQUIPO A


El EQUIPO B acaba de realizar su jugada: CACHIQUEL en A8, por 212 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo A, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo martes).



TURNO PARA EL EQUIPO B


El EQUIPO A acaba de realizar su jugada: CAMPASES en O1, por 101 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo B, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo jueves).


TURNO PARA EL EQUIPO A


El EQUIPO B acaba de realizar su jugada: OSAMBRE en B2, por 88 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo A, que dispondrán de 72 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo domingo).



TURNO PARA EL EQUIPO B


El EQUIPO A acaba de realizar su jugada: AHOYARAN en N8, por 82 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo B, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo martes).


TURNO PARA EL EQUIPO A


El EQUIPO B acaba de realizar su jugada: POLIFONO en D2, por 78 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo A, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo jueves).



TURNO PARA EL EQUIPO B


El EQUIPO A acaba de realizar su jugada: OVAD en F9, por 27 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo B, que dispondrán de 72 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo domingo).


TURNO PARA EL EQUIPO A


El EQUIPO B acaba de realizar su jugada: GOL en G7, por 12 puntos.
Es el turno para los participantes del equipo A, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo martes).



TURNO PARA EL EQUIPO B


El EQUIPO A acaba de realizar su jugada: HUNO en 15L, por 33 puntos.
Es el último turno de la partida, para los participantes del equipo B, que dispondrán de 48 horas para sus propuestas de jugada y votos "me gusta" en FB (próximo jueves).


FINAL DE LA PARTIDA


El EQUIPO B acaba de realizar la última jugada de la partida: DEDAL en 12K, por 11 puntos.
De esta forma, el torneo finaliza así:


SITUACIÓN FINAL DE LA PARTIDA:

EQUIPO A: 671 puntos 
EQUIPO B: 671 puntos






Recordamos que Jesús Ortega ha colaborado desde su web, mostrando el desarrollo de la partida.

CLASIFICACIÓN INDIVIDUAL (votos "me gusta - FB"):


1º - Antonio Álvarez (B) - 18
2º - Jesús Ortega (A) - 15
3ª - Mariví Gil (A) - 3
4º - Ricardo Bondino (B) - 2


Felicidades a los participantes por el magnífico y emocionante resultado obtenido. Esperamos que lo hayáis disfrutado.


Nota: para una participación óptima y mayor disfrute de la propuesta, se recomienda leer la reglamentación y recomendaciones en la primera parte de esta entrada.

miércoles, 25 de abril de 2012

Engañar a la estadística

Hacemos un alto en la serie de capítulos "En busca de la felicidad" para afrontar otra cuestión que tiene también mucho que ver con la estadística, concretamente con cómo engañarla.

En épocas de bonanza da gusto caminar por la vida y por el juego. Todo es sencillo y uno puede permitirse ciertos lujos y placeres que no le pasarán factura. Uno puede salir a cenar de vez en cuando, o permitirse incluso pequeños errores estratégicos sobre el tablero; llegará sin problemas a fin de mes, o a cumplir grandes objetivos (en términos de resultados). Uno puede incluso llegar a ganar un gran torneo, acabando imbatido, pero, en el fondo de nuestro corazón, no son estos laureles los que nos proporcionan la verdadera satisfacción.

En épocas de crisis, no obstante, uno debe aprender a apretarse el cinturón, a hacer cabriolas con la economía doméstica para llegar a fin de mes, o a engañar a la estadística para poder seguir optando a buenos resultados. En la vida, situaciones como éstas no son precisamente reconfortantes, pero en el juego, a mí personalmente, son las que más me llenan. Títulos obtenidos con medias estratosféricas cada vez me satisfacen menos. La gloria del vencedor es demasiado a menudo vacua y perecedera. Eso ocurre porque, en el fondo, lo que nos gusta y motiva en este juego es la oportunidad que nos ofrece de luchar, de superar a las adversidades (bolsa, atril, oponente, diccionario, tiempo) y a nosotros mismos. Dadme partidas en las que tenga un juego complicado, con atriles descompensados, con juego similar o peor que el de mi oponente y disfrutaré como un enano. Una vez olvidada la amargura de no haber obtenido un gran resultado (es condición humana sentirse demasiado apegado a ellos), la satisfacción personal por haber batallado contra las adversidades y no haber cejado en el empeño se convierte en el mejor premio que podamos recibir, aunque no haya nadie para entregárnoslo.

Si en rachas de mal juego somos capaces de vencer a base de tesón y sudor más partidas de las que el destino, a través de la caprichosa bolsa, nos deparaba, no sólo estaremos mejorando nuestras armas para obtener también mejores resultados cuando vengan las rachas positivas, sino que, además, estaremos creando el clima de optimismo y confianza necesarios para invertir la dinámica de nuestros atriles y resultados. Los atriles y el estado anímico actúan de forma sinérgica y se retroalimentan.

Pero ¿qué es eso de engañar a la estadística y qué tiene que ver con ganar más o menos partidas, con obtener una gran satisfacción personal, o con la generación de climas de optimismo y confianza? 

La estadística no es más que la fría representación numérica de situaciones. La estadística del Scrabble dice que ganará una partida quien consiga más puntos en ella, una vez acabadas las fichas de uno de los atriles y sumados y descontados los puntos de las fichas sobrantes en el otro atril. Y, en tanto que en casi todas las partidas ambos contendientes juegan el mismo número de turnos, podríamos decir que, en términos generales, ganará una partida quien consiga formar palabras de mayor puntuación. Pues, en partidas especialmente disputadas, podemos aprender a engañar a la estadística, para acabar venciendo aun cuando obtengamos puntuaciones medias por turno inferiores a las de nuestro oponente. ¿Cómo conseguir esto?

Antes de explicarlo, quiero hacer un repaso por dos conceptos que subyacen en la mente de la gran mayoría de jugadores y que puede que sean erróneos por intuitivos. "Quien consiga más scrabbles tendrá mayores opciones de ganar la partida". "Quien realice menos cambios tendrá mayores opciones de ganar la partida".

La consecución del scrabble no es el fin último del juego, sino sólo uno de los medios posibles para buscar la victoria. El fin último del juego es la obtención de más puntos que el rival y a esto puede llegarse de distintas formas. El juego en paralelo o la consecución de largas secuencias de jugadas de alta puntuación pueden llegar a ser tanto o más efectivas que la búsqueda del scrabble como medio para buscar la victoria. Veo demasiado a menudo jugadores que en determinados momentos han llegado a obtener algunos buenos resultados que, sin saberlo, se convierten en peores jugadores de lo que podían llegar a ser por basar demasiado su juego en la búsqueda del scrabble, porque ello les lleva a desechar multitud de jugadas que, por puntuación o estrategia, les conducirían a mejores resultados.

Si a Luis Picciochi, excelente jugador y bicampeón mundial, le funciona, ¿porqué a mí no va a servirme para obtener mejores resultados? Pues, entre otras cosas, porque Picciochi ha desarrollado una mejor intuición para gestionar sus restos de atril, conoce el diccionario con muchísima más profundidad, difícilmente pasará por alto un scrabble y, además de todo esto, se siente muy cómodo e identificado con ese estilo de juego. Si quitas todo esto y basas tu juego casi exclusivamente en la búsqueda del scrabble, podrás obtener algunos buenos resultados, porque prácticamente todos somos capaces de formar scrabbles cuando vienen los buenos atriles, pero, cuando el robo no te acompañe o cuando no seas capaz de encontrar el scrabble que tienes en el atril, te estarás condenando a convertirte en un peor jugador, porque en la búsqueda del scrabble, estarás desechando un buen puñado de buenas jugadas para tratar de conseguir tu objetivo.

Pensemos, además, en dos situaciones de juego por todos conocidas. ¿Cuántas veces no colocas un scrabble, y en el turno siguiente otro, y en el turno siguiente otro, sin que entretanto haya habido ninguna gestión de atril -es decir, ninguna búsqueda del scrabble-, sino que fue la bolsa quien quiso que dispusieras de tu segundo y tu tercer scrabble? Y ¿cuántas veces no has buscado el scrabble un turno tras otro sin conseguir tenerlo o descubrirlo? Pues quizás de estas evidencias podamos obtener un buen aprendizaje.

Con los turnos de cambio ocurre exactamente lo mismo. Cuanto menos cambies, de más turnos activos dispondrás y, por lo tanto, de mayor número de oportunidades para ampliar tu marcador. Pero eso no significa que el camino a la victoria pase por realizar menos turnos de cambio. En ocasiones son muy necesarios.

Cada partida es un mundo distinto que exige de tu atril diferentes jugadas y propuestas estratégicas. A veces te pedirá formar más scrabbles, pero a veces te pedirá hacer menos. En ocasiones te pedirá limpiar tu atril colocando algunas fichas en el tablero, pero otras te pedirá cambiar. Puede que te esté pidiendo cerrar el tablero, pero otras puede pedirte abrirlo. El camino para buscar la victoria no es siempre el mismo. Sobre esta premisa, estamos convencidos de que el scrabble y los turnos de cambio no son verdad absoluta para tratar de conseguir la victoria, aunque en muchas ocasiones ayuden. No obstante, sí hay un aspecto del juego que, en términos generales y de diversas formas, mejorará siempre tus opciones de conseguir la victoria, engañando a la estadística: disponer de más turnos que tu oponente. Existen varias maneras de conseguirlo.

* Disponiendo de los turnos de inicio y cierre (un turno adicional). El inicio se gana por sorteo, pero uno puede aprender a mejorar su estrategia para disponer del turno de cierre en más ocasiones que sus oponentes. Esta estrategia es todo un arte, la táctica es distinta en cada caso, así que no podríamos llegar a explicarla aquí (ni quizá en todo un manual), pero lo único seguro es que disponer de los turnos de inicio y cierre garantiza un turno adicional. Supongamos una partida de 14 turnos en la que promediamos 30 puntos por turno, mientras que nuestro oponente, que jugó 13 turnos, promedió 32 puntos por turno. Al finalizar la partida, acabaremos venciendo por 420-396, más la diferencia resultante de la suma y descuento de fichas. Esto fue gracias a la fortuna o la habilidad necesarias para disponer de un turno adicional.

* Efectuando menos turnos de cambio que tu oponente. Como dijimos, esto no es una premisa, ya que puede ser que la partida nos exija cambiar más, pero, en términos generales, quien menos cambia más juega y quien más juega más puntúa.

* Evitando formar palabras inválidas sobre el tablero. Es evidente que no todos disponemos de la misma mochila léxica, pero es cierto también que todos estamos capacitados para aprender a decidir con acierto cuándo jugárnosla o no por una palabra. Cada apuesta por una palabra de la que no estemos seguros puede traer el premio de un scrabble, pero también el castigo de un cero, la pérdida de un turno y la concesión al oponente de la valiosa información que le supone conocer nuestras fichas. ¿Qué vale más?

* Consiguiendo forzar turnos de pase. Si conseguimos llegar a una situación de final de partida con ventaja en el marcador y con una ficha "muerta" en la bolsa (no necesariamente la Q), nuestro oponente se verá forzado a robarla y, una vez ahogada en su atril, cada turno de pase suyo supondrá una ocasión adicional de ampliar nuestro marcador sin que él pueda evitarlo.

Veamos un ejemplo de cómo engañar a la estadística. Se trata de una secuencia de 14 partidas jugadas hace muy poco, todas ellas muy igualadas y emocionantes y con un juego complicado en ocasiones. El caldo de cultivo perfecto para tratar de doblegar al azar, de superarse a uno mismo y de engañar a la estadística. En total han sido 198 turnos de juego en los que mis oponentes han tenido la fortuna o la habilidad de conseguir mejores medias de puntos por turno activo: 47,3 puntos, por 41,1 puntos para mí. En este sentido, se podría decir que sus palabras y puntuaciones fueron más efectivas que las mías. Sin embargo, en estas 14 partidas he tenido la fortuna o la habilidad necesarias para conseguir que la estadística diga que esas puntuaciones medias estaban a mi favor. Veamos una comparativa entre el aprovechamiento de los turnos de mis oponentes y los propios:


Ahora la estadística es bien distinta. En tanto que mis oponentes sólo transformaron 131 de los 198 turnos jugados en turnos activos, frente a mis 158, el total de turnos jugados pone la estadística a mi favor: una media de puntos por turno total de 31,3 para mis oponentes y de 32,8 para mí. El resultado en este caso puedo considerarlo exitoso: diez victorias sobre catorce partidas que fueron realmente muy complicadas, tanto para mis oponentes como para mí, venciendo en finales muy igualados en los que, en muchas otras ocasiones, la moneda podría haber terminado saliendo favorable al oponente.

Pensemos que, en ocasiones, especialmente cuando una partida se presenta con marcadores muy disputados,  se abre una pequeña puerta en la que hay que aprender a colarse en el breve momento en que permanece abierta. Si conseguimos entrar antes de que se cierre, puede que hayamos dado con nuestra única oportunidad de ganar la partida. Esta puerta puede ser deshacerse de las fichas adecuadas en el momento oportuno, tomar la ventaja necesaria justo antes de poder echar una Q a la bolsa, evitar formar una palabra inválida, preparar la estrategia oportuna que nos permita disponer del turno de cierre, habilitar una línea sobre el tablero en la que sólo nosotros dispongamos de la única letra que puede ser jugada sobre ella... Todas éstas son pequeñas ventajas que suman para acabar poniendo a la estadística de nuestra parte.

Los Episodios Nacionales: Sevilla 2010

El de 2009 fue el año más exitoso de mi carrera escrablística y eso, en términos de digestión de resultados, lo convirtió en un año más terrible aún que el de mis excelentes inicios. Había tenido la fortuna de imponerme en seis torneos locales y de haberme proclamado subcampeón andino duplicado, campeón andino clásico y campeón de España, de Europa y del mundo duplicado. Había pasado de ser un buen jugador de duplicada a convertirme en un especialista en la modalidad. La nube desde la que podía darme el golpe del siglo estaba altísima.

Había conseguido mis resultados en duplicada a base de entrenar jugando una duplicada tras otra, cientos de partidas durante varios meses, hasta sumar tanta experiencia que casi podría jugarlas con los ojos cerrados. La duplicada, para lo bueno y para lo malo, es una modalidad en la que no dependes del azar de la bolsa y sí de tus propias habilidades. Aunque, en un universo duplicado como el del Scrabble en español, en el que aún estamos muy lejos de conocer todo el diccionario y de acercarnos a la partida perfecta, ni siquiera dando lo mejor de nosotros mismos podemos asegurar el éxito, ya que tus principales oponentes pueden tener un mejor día que tú, o puede salir justo esa palabra que tú no conoces pero sí tu oponente, de la misma forma que puede ocurrir al contrario. Da igual si conoces 10.000 palabras más que tu oponente; si sale justo la que él conoce y tú no, la ventaja es para él. En cierto modo, esta circunstancia no deja de ser una forma de azar.

La cuestión era que, en definitiva, si continuaba preparándome en duplicada como hasta entonces, podría minimizar el peso del azar en mis partidas clásicas y continuar aspirando a todo en duplicada. Repetir el triplete del año anterior (nacional, europeo y mundial) era una gesta altamente improbable, pero quería prepararme para intentar repetir cetro mundial. La confianza es una cuestión clave en los grandes retos, así que mi convicción de que lo conseguiría era plena. Pero la línea que separa la confianza de la soberbia suele ser muy fina y es difícil aprender que no es lo mismo estar convencido que creérselo.

Sea como sea, llegué al nacional con plena confianza y, aunque no pude hacerme con el título duplicado, la cuarta posición obtenida, aun con un porcentaje bastante discreto, podía considerarse un resultado satisfactorio. En clásico, el destino quiso que de nuevo me encontrara con atriles cómodos en un buen número de mis partidas y, aunque la fortuna no me acompañó tanto como en el Máster 2007 o en el Nacional Clásico 2008, la experiencia adquirida en grandes competiciones en los últimos años me había servido para llegar a las últimas rondas con opciones y para jugar éstas con la confianza, la fortuna y la tranquilidad necesarias para hacerme con el título de nuevo.

Pero el verdadero aprendizaje de esta temporada no lo obtuve en el Nacional. En él, si acaso, aprendí que nuestra experiencia nos permite afrontar situaciones complicadas cada vez con mayor confianza y tranquilidad y eso, acabe o no traduciéndose en un buen resultado, ya es un gran logro. Pero el aprendizaje de verdad, ése que te transforma y te convierte en una nueva y mejorada versión de ti mismo, aún tardaría unos meses en llegar. Así que será en la siguiente entrada.

martes, 24 de abril de 2012

En busca de la felicidad (4): jugadas y restos de atril

¿Qué restos de atril preferiríais, de entre los siguientes, para tratar de conseguir scrabble?

A-A-O-C-D
A-A-C-T
A-A-E-C-T
atril vacío
H-L-V
G-L-T-V
D-G-L-Ñ-V 
D-L-V

Si vuestra respuesta es "cualquiera de los tres primeros" o "ninguno de los cuatro últimos", significa que ya sabéis bastante acerca del juego. Pero la realidad es que, en muchas ocasiones, el juego estará condicionado principalmente por las jugadas que seamos capaces de conseguir, viéndose relegada la gestión del atril a un plano secundario. Es una de las ideas a las que nos referíamos en la anterior entrada de esta serie: si condicionamos excesivamente nuestro juego al mantenimiento del atril ideal, estaremos pasando por alto jugadas cuyas puntuaciones nos permitirían llegar tanto o más lejos que la consecución del scrabble.

Los tres primeros ejemplos corresponden a la siguiente secuencia de jugadas, obtenidas en una partida real (jugada, puntuación y resto de atril):

ASA - 9 pt - A-A-O-C-D
DUDO - 11 pt - A-A-C-T
DOM - 6 pt - A-A-E-C-T
CANTALEA - 63 pt

Es decir, restos de atril teóricamente óptimos nos han llevado a una secuencia de jugadas en la que nos costó tres turnos conseguir un scrabble y nuestra puntuación media fue de unos 22 puntos. En este caso la elección puede estar justificada, puesto que el valor de las fichas en juego era muy bajo y probablemente no permitían obtener jugadas de alta puntuación, pero, aun así, esa secuencia de tres jugadas consecutivas con la que hemos sumado sólo 26 puntos podría haber supuesto una trampa en el camino de nuestra partida.

En la misma partida, cuatro turnos después, nos encontramos con la siguiente secuencia de jugadas:

JOCHES - 56 pt - H-L-V
HERRO - 28 pt - G-L-T-V
TULLO - 22 pt - D-G-L-Ñ-V
GUIÑE - 63 pt - D-L-V
VELADAS - 79 pt

O, lo que es lo mismo, con restos de atril aparentemente catastróficos hemos conseguido sumar 248 puntos en cinco turnos, una media de casi 50 puntos por turno.

¿Debemos buscar siempre quedarnos con el mejor resto de atril posible, o debe primar siempre la puntuación posible en nuestra siguiente jugada? En este caso hemos buscado ejemplos extremos, lo que significa que, en ocasiones, la línea que separa el acierto del error puede ser muy fina y hay que invertir mucha experiencia e intuición en la decisión, si bien, ante la duda, recomendamos asegurar la puntuación inmediata.

El ejemplo del atril vacío ilustra muy bien el hecho de que la gestión de atril no es siempre necesaria para conseguir el scrabble, como podemos ver en este inicio de partida:

DESLAMAN - 62 pt - atril vacío
FOSADURA - 66 pt - atril vacío
CHaDICOS - 93 pt - atril vacío
ENROLLASE - 80 pt

301 puntos en cuatro turnos (75 por turno) tras cuatro scrabbles consecutivos, sin absolutamente ninguna gestión de atril. A menudo al juego le gusta crear estas paradojas. Es por ello que quizás tengamos que aprender a revisar nuestros conceptos acerca del papel que la gestión de atril desempeña en el mismo.

lunes, 23 de abril de 2012

De buena pasta

Perdía y perdía una partida y otra, atascándose cuando llegaban los malos atriles, porque sus amigos siempre le decían: "¡no cambies nunca!".

domingo, 22 de abril de 2012

Los Episodios Nacionales: Valencia 2009

Al ganar el Campeonato de España en Lloret en 2008, había cumplido un sueño de muchísimos años (de hecho un sueño de muchos años antes de conocer siquiera que existía un circuito de competición). Pero algo muy curioso es que ese cumplimiento llegaba justo en un momento en el que pensaba que ya jamás llegaría y que, además, la sensación resultante de la victoria no tenía nada que ver con lo que siempre había pensado que uno debía sentir al ganar un evento de esa magnitud. Siempre he creído que uno debe aprender a reconocer exactamente dónde se encuentra y cuáles han sido las condiciones para ello, y ese ejercicio de introspección me llevaba a concluir que la suerte había tenido mucho peso en el resultado, así como que lo verdaderamente importante, más allá de la satisfacción por el triunfo, no era éste en sí mismo, sino que había sido el ánimo de superación personal el que me había llevado a él. Y, cuando uno alcanza una cima, la importancia y el aprendizaje no están en la meta, sino en el camino. Tratar de entender de esta forma nuestros éxitos puede ofrecernos nuevas perspectivas y aprendizajes, mucho más provechosos que el éxito en sí mismo.

Con la tranquilidad de ese sueño cumplido, estaba convencido de que lo que me pedía el cuerpo para la temporada siguiente era de nuevo el arbitraje, así que, para no permitir que el paso del tiempo borrara la convicción en ese impulso, en la despedida misma del Nacional me puse a disposición del club Azeuxis para 2009, año en que el club sevillano se iba a encargar de la organización de la mayor fiesta del Scrabble español.

A lo largo de la temporada surgieron ciertos problemas logísticos que impidieron que Azeuxis pudiera llevar adelante la organización, tomando entonces el relevo el club Zajarí de Valencia. Promesa hecha es promesa por cumplir, así que el cambio de organizador no fue obstáculo para que en 2009 estuviera encargándome del arbitraje, faceta del juego que me apasiona prácticamente en la misma medida que la que experimento al sentarme a jugar y competir.

Empezó el torneo con la duplicada, modalidad que no quería dejar de jugar a pesar de mi arbitraje en clásica y, en una partida relativamente sencilla, tuve la suerte de jugar tranquilo y sin ninguna presión, lo que me llevó a firmar un excelente resultado, un punto por delante del maestro Antonio Álvarez, especialista en una modalidad en la que yo sólo me consideraba un buen jugador.

El torneo clásico fue tranquilo y, tras las primeras rondas, en que me había dedicado casi exclusivamente a la corrección de la duplicada, pude dedicarme de lleno al arbitraje y a seguir el desarrollo del torneo y de algunas partidas en concreto. Miguel Rivera encaraba la última jornada como líder con cierta ventaja, pero el grupo de perseguidores era amplio y combativo y Miguel, al que la suerte le volvió completamente la espalda en la jornada de clausura, cedía el liderato para que el torneo llegara a su última ronda con cuatro aspirantes a hacerse con el título: Antonio Álvarez, Carlos Puente, Montse Sánchez y Eufrasio Millán. Parte de la emoción de este final trataba de quedar reflejada en este artículo del Boletín AJS.

Montse Sánchez, SCRA, "la otra mitad de BBLE" (nicks de Montse Sánchez y Patxi Navarro en ReDeLetras.com), se alzaba con el título de campeona de España y el que suscribe, siguiendo el final de la partida desde el escenario, rompió a llorar como nunca, mientras aún le llegaban las últimas impugnaciones y algunos participantes, que aún se mantenían ajenos al hecho de que en la mesa uno acababa de quedar adjudicado el título, miraban esas lágrimas con la extrañeza de quien no entiende que un árbitro pueda estar llorando.

El título de campeón de España duplicado supuso una enorme alegría, pero el verdadero aprendizaje en este caso fue hallar en el interior de mí mismo la certeza de que la felicidad y la emoción pueden llegar a ser mucho mayores por los éxitos de los seres queridos que por los propios. Es por esto, entre otras cosas, que mi convencimiento de que los éxitos propios sólo tienen un pequeño valor para uno mismo es cada vez más firme. El éxito es producto de una actitud en el fondo egoísta: el afán de superar a los demás y a uno mismo. El orgullo por los logros de nuestros seres queridos valdrá siempre mucho más que eso.

viernes, 20 de abril de 2012

La casta del E-spañol

La E es el semental del alfabeto. Dejó su impronta en 17 consonantes y puede que H, V, X y Z también sean hijas suyas.

jueves, 19 de abril de 2012

En busca de la felicidad (3): equilibrio y certidumbre

Decíamos en capítulos anteriores de esta serie de entradas que, en la búsqueda del resto de atril ideal para tratar de conseguir scrabble, debíamos cuidar tres aspectos en el resto de atril: la presencia idiomática de las fichas que lo componen, el equilibrio entre vocales y consonantes y algo que podríamos llamar "principio de certidumbre". Vamos hoy con los dos últimos elementos de esta ecuación.

EQUILIBRIO ENTRE VOCALES Y CONSONANTES:

Por mucho que las fichas que nos quedemos puedan llegar a ser las más importantes en cuanto a presencia idiomática, debemos intentar que, al mismo tiempo, nuestros atriles sean equilibrados. Por ejemplo, restos de atril como los siguientes contienen algunas de las mejores fichas en el juego, pero son desequilibrados y, por lo tanto, con pocas garantías de éxito:

A-E
R-N-S
E-E-E-R-R-R

Los dos primeros apuntan a una alta probabilidad de que nuestro siguiente atril sea descompensado. Pensemos que, en el primero de ellos, sólo nos daría un atril equilibrado el robo de tres o cuatro consonantes, mientras que el robo de ninguna, una, dos o cinco consonantes (el 66% de las opciones posibles) arrojaría un atril descompensado. En el segundo caso, nuestras opciones de éxito son de un 40% si atendemos únicamente a un criterio matemático, aunque este porcentaje se reduce si tenemos en cuenta que en la bolsa hay en realidad menos vocales que consonantes. El tercer ejemplo, compensado en términos de equilibrio entre vocales y consonantes, es no obstante un atril con muy poco equilibrio, pues contiene letras repetidas que reducen el número de palabras de siete y ocho letras que podemos aspirar a formar.

Y, si deberíamos intentar quedarnos siempre las mejores fichas, ¿qué fichas añadir a las mejores para procurar restos de atril más equilibrados? Pues aquí cada uno debe marcar su propio límite. Atendiendo a esa presencia idiomática de la que hablábamos la semana pasada, podríamos recomendar añadir a las letras del primer ejemplo de resto de atril (A-E) una de entre las siguientes, en este mismo orden: S, R, N, T, C, D, L, M, P o B. En el caso de que las consonantes disponibles en nuestro atril no sean tan versátiles como ninguna de éstas, podríamos optar por quedarnos algunas que podrían darnos buenas jugadas en paralelo, tales como J, Z, LL, H, Ñ o X. En el caso de que no podamos aspirar a quedarnos con otras más versátiles, estas letras no sólo nos darán la capacidad de formar una jugada de alta puntuación en paralelo, sino que en muchas ocasiones estarán mejorando nuestro atril, que perderá un tanto en presencia idiomática, pero ganará mucho en equilibrio.

A la hora de aprender a buscar el equilibrio en el atril, resulta muy interesante recordar las consideraciones respecto a letras que pueden funcionar muy bien cuando se asocian. Por ejemplo, A-E-E-N-S no es en realidad un resto descompensado hacia las vocales, porque existe gran cantidad de verbos terminados en -EAR, que nos permiten la terminación -EASEN. De la misma forma, restos de atril como E-O-C-N-R o E-N-R-T son más equilibrados de lo que puede parecer, porque permiten las combinaciones consonánticas -CR-, -NC-, -NR-, -NT-, -RT- o -TR-, e incluso -NCR- o -NTR-.

PRINCIPIO DE CERTIDUMBRE

Los principios de certidumbre y de presencia idiomática parecerían ser contradictorios, pero realmente se comportan más bien como complementarios. Se sitúan a ambos lados de una cuerda imaginaria, tirando de ella en direcciones opuestas, y saber encontrar el justo equilibrio entre ambos contiene buena parte de la clave del éxito en la gestión del atril.

Hay un ejemplo muy sencillo que sirve para visualizar la influencia de ambos principios en nuestras decisiones en torno a los restos de atril. Pensemos en el mejor resto de seis fichas que podríamos quedarnos: ¿A-E-E-N-R-S, por ejemplo? Bien, pues con esta excelente combinación únicamente podemos optar a formar algo menos de 1000 palabras distintas de 7 u 8 letras. Es una cifra aceptable, pero, claro, no siempre podremos optar a este magnífico resto de atril y, con otros no tan bondadosos, esta cifra puede llegar a reducirse mucho. Si, por ejemplo, quitamos una E (quedándonos con A-E-N-R-S), estaremos optando a algo más de 3600 palabras de 7 u 8 letras, pero esto no significa que este resto de atril sea mejor que el anterior, sino simplemente que, a través de la sustracción de una letra, estamos ampliando el abanico de palabras a las que optamos, aunque, por contra, la probabilidad de que la ficha adicional que robemos tenga menos versatilidad que la E también se amplía. El abanico de posibilidades se va ampliando a medida que quitamos una y otra letra, hasta llegar a casi 83000 palabras distintas de siete y ocho letras posibles si nos deshacemos de nuestras siete fichas. ¿Significa esto que tendremos más opciones de conseguir scrabble si nos deshacemos de todas nuestras fichas que si nos quedamos con algunas de ellas? En absoluto.

Pero vayámonos ahora al extremo opuesto: tratar de mantener en el atril tantas fichas como sea posible (teóricamente seis, de forma óptima), siempre que se trate de un atril equilibrado, aunque no necesariamente versátil. Para visualizar el ejemplo, volveremos a ese excelente resto de A-E-E-N-R-S. Suponiendo que queden 93 fichas en la bolsa, cualquiera de ellas, a excepción de la Q, nos sirve para formar un scrabble de 7 letras (es decir, la única ficha que deberíamos haber devuelto a la bolsa en este supuesto es la Q). Cosa distinta es, claro está, que conozcamos o seamos capaces de dar con al menos uno de los scrabbles posibles con cualquier letra adicional, pero nuestra probabilidad de éxito en este ejemplo es de 92 sobre 93 (o de 93 sobre 93 en el caso de que hayamos devuelto la Q a la bolsa).

Pero, en tanto que no siempre podremos optar a un resto de atril tan bueno como éste, la cosa puede terminar no siendo tan sencilla como parece. Supongamos un resto de atril también equilibrado y con letras versátiles, por ejemplo: A-E-E-O-S-X. Nuestro primer pensamiento puede ser: "si robo N, S o T podré tener OXEASEN, OXEASES u OXEASTE, y con una B tendré BOXEASE... Me desharé de la ficha que me sobra". El razonamiento parece muy bueno, porque, en realidad, optamos a 23 scrabbles distintos de 7 y 8 letras, y también nos servirá la R (EXORASE) y distintas combinaciones de dos letras para los 17 scrabbles de 8 letras posibles. Fijémonos en las probabilidades: con 93 fichas en la bolsa, la probabilidad de robar N, R, S, T o comodín es de 21 sobre 93 (aproximadamente un 23%). Pero, si esto lo hacemos no al inicio de la partida, sino con ella ya avanzada, nuestras posibilidades se reducirán muchísimo, pues la gran mayoría de buenas letras (como N, R, S, T o comodín) suelen jugarse en la primera mitad de la partida, quedando las menos versátiles en la bolsa, como producto de los distintos cambios efectuados. En cuanto a los posibles scrabbles de 8 letras, la probabilidad de conseguir alguno de los 17 posibles no es realmente muy elevada, pues la letra que robemos y aquélla con la que podamos cruzar sobre el tablero deben conformar alguna de las combinaciones necesarias de dos letras concretas para dar con uno de estos 17 scrabbles.

Resulta demasiado común en tableros de competición encontrar a jugadores de todas las tallas apostando, un turno tras otro, a la estrategia del "me quito una". El hecho de que en ocasiones funcione para conseguir scrabble en el turno siguiente no significa que siempre sea una buena estrategia. Deshacerse de una sola ficha buscando un puñado muy concreto de scrabbles posibles con una combinación de seis fichas como resto de atril implica, además de las limitaciones derivadas de la elección, que en nuestra jugada anterior (la de descarte de la ficha sobrante) habremos obtenido muy pocos puntos y probablemente sacrificado un buen puñado de jugadas que podrían garantizarnos puntuaciones mayores o mucho mayores. Apostar a esto un turno tras otro, si no se ha conseguido el scrabble tras uno o dos intentos, se convierte en una trampa mortal, pues, a poco que nuestro oponente consiga jugadas de 20 o 30 puntos, si no más, en unos pocos turnos habremos cavado nuestra fosa.

Los restos de atril versátiles y de pocas fichas y aquéllos con muchas fichas aunque no necesariamente con mucha versatilidad tiran en direcciones opuestas de una misma cuerda y se alían con otros "tiradores" como la puntuación inmediata y segura (el resto de atril corto y versátil), o la promesa probable pero nunca segura de un scrabble en el turno siguiente (el resto de atril largo y probablemente menos versátil).

¿A qué equipo debemos aliarnos en cada caso? En tanto que jamás sabremos qué nos deparará la bolsa en la siguiente extracción, no podemos ofrecer una respuesta clara. Es por eso que la gestión de atril se convierte en un arte con mucho de intuición y de cálculo.