domingo, 25 de diciembre de 2011

Habitación 510

En la habitación 510
la dama blanca juega al ajedrez
y en ese breve instante en nuestras vidas
sale de enroque el Rey.

Se confunde el tequila y el vino leonés,
quizás el poncho y el abrigo de piel
y vemos que la vida es verdad confundida:
a veces del derecho, a veces del revés.

En la habitación 510
no hay dama negra, no hay peón de rey.
Son dos granos de trigo un tiempo detenido
multiplicándose por no se sabe qué.

La noche es hurmienta, no hay enemigo francés,
ni escalador azteca trabando nuestros pies.
Sólo una noche fría y solitaria
y espacio para cuatro donde cabían tres.

En la habitación 510
se encuentran el 70 y el 76
y nada es tan normal ni tan extraño
como parecía que podía parecer.

Se acaba el juego, la amistad, el placer,
el sueño es secuestrado por el amanecer,
de nuevo ruedan, como cada lunes,
las vidas que nos ha tocado hacer.

En la habitación 510
vamos con todo por una Jota-Diez.
Quizás mañana sabremos dónde nos llevaba,
amigo, esa tal vez soñada cinco diez.

Parar Gran Taxi Vacío

2 comentarios:

  1. No es casualidad, o no debería serlo, que la superficie de la tierra se estime en 510 millones de metros cuadrados.

    Ese planeta dentro de otro, esa no sé si real o soñada Pandora, tenía sus propias leyes, tanto físicas como emotivas. Un paréntesis, una burbuja que hace que después la relatividad sepa a poco.

    No nos olvidemos, querido amigo, de volver a dejarnos caer por el agujero tan pronto veamos pasar de nuevo el conejo blanco!!

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  2. Mucho cuidado con el conejo blanco... dicen que es el diablo y destroza a campeones mundiales a base de vocabulario del de verdad!!! :p

    No sé si los manjares eran de aquéllos que nos hacen crecer o menguar, pero algo pasó.

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